Desde que un bebé nace es imprescindible una buena alimentación en todo su ciclo vital que le asegure un correcto desarrollo y crezca sano hasta llegar a la edad adulta. Comenzar con buenos hábitos desde muy pequeños ayudará a establecer patrones de una alimentación saludable a lo largo de su vida.
Una alimentación correcta durante la etapa de bebé y en los años posteriores, es fundamental para un buen funcionamiento del organismo, un buen crecimiento, un correcto desarrollo psicomotor e influye directamente en la prevención de enfermedades. Es, por tanto, primera línea de defensa.
Desde que el bebé nace hasta que ingiere alimentos por sí sólo, podemos distinguir varias fases vitales en el proceso alimentario. La evolución en su alimentación la podemos dividir en varias etapas según que alimentos toma en cada una de ellas.
¿Qué fases distinguimos en la alimentación de un bebé?
– De 0 a 6 meses: fase de lactancia exclusiva donde el bebé tan sólo se alimenta de la leche materna que le aporta todos los nutrientes necesarios para su supervivencia o, en su defecto, leche de fórmula. La leche materna es el alimento más completo que puede recibir el recién nacido que, además de alimentarle, lo protege de enfermedades.
Durante esta primera fase, el lactante está preparado para succionar y deglutir alimentos líquidos, pero no ha desarrollado la capacidad de digerir ciertas proteínas. Algunos de sus órganos, como los riñones, aún no están completamente desarrollados.
– De 6 a 12 meses: durante esta fase de transición el bebé necesita complementar el aporte de leche materna con alimentación complementaria e introducción de comida sólida que además de satisfacer sus necesidades alimenticias, sentará las bases de unos hábitos de alimentación saludables.
En esta etapa el bebé aprenderá a comer, primero con la introducción de alimentos como los cereales y fruta para más tarde incluir verduras, carnes blandas o pescado blanco. Comienzan a aparecer los primeros dientes por lo que comenzará a masticar suavemente alimentos sólidos, purés y papillas.
– A partir de los 12 meses: cuando el bebé cumple el año de edad, de forma progresiva, comienza a tener una alimentación lo más parecida a la de un adulto y podrá tomar casi todos los alimentos forman parte de nuestra dieta. Será el momento de ir sentándose a la mesa con el resto de adultos, aprenderá a utilizar los cubiertos, a descubrir el sabor y la textura de los alimentos, a elegir aquellos que le gustan y cuáles no… Los nuevos alimentos siempre se recomiendan introducirlos poco a poco e ir acostumbrándoles a probarlos y dejarles experimentar.
Algunos consejos a la hora de alimentar a un bebé
-Darle un alimento nuevo cada vez cuando comience a comer sólidos, separando algunos días entre uno y otro, así podremos comprobar si es alérgico a alguno de ellos.
-No debemos introducir la leche de vaca en su dieta hasta que no tenga al menos un año de edad.
-El azúcar y la sal no se deben añadir en la preparación de comidas caseras, así como la miel durante su primer año.
-Utiliza la cuchara para ofrecerle cualquier tipo de alimento.
-Ofrece una variedad amplia de alimentos, tendrá mucho camino ganado para unos buenos hábitos de alimentación en el futuro.
Es importante que la alimentación del bebé esté formada por alimentos saludables en cada etapa de su vida e inculcarle los buenos hábitos de alimentación que establezca unos patrones desde pequeño y que permanezcan en la edad adulta.